La seguridad de los usuarios más vulnerables no es vista como una prioridad en las políticas y la programación de transportes nacionales y de las comunidades. Además, los conductores más expertos generalmente no son conscientes de los problemas a los que se enfrentan este grupo y no reconocen cómo su conducta al volante contribuye a los desafíos que se les presentan. También, los profesionales del transporte pueden no reconocer sus necesidades y ven a este grupo de usuarios vulnerables como una prioridad más baja en comparación con la demanda pública de mantener el libre movimiento de los vehículos motorizados y la reducción de la congestión o la mejora de los tiempos de viaje.

Para poder mejorar la seguridad de los VRU es importante concientizar al público y a los tomadores de decisiones sobre las víctimas, los riesgos y actitudes en lo que concierne a este grupo. Para proteger su seguridad, se pueden poner en marcha distintas políticas y programas. Los países y las comunidades que en el planeamiento de transporte dan prioridad a caminar y a andar en bicicleta, crean ambientes con una gran calidad de vida ya que reducen el ruido, la contaminación y la congestión. Lo que ha probado ser efectivo para lograr mejoras a largo plazo en la seguridad de los VRU fueron planes continuos de acciones, que incluían: medidas de infraestructura, educación, campañas publicitarias, iniciativas de capacitación, y un fuerte cumplimiento de la ley con monitoreo constante, evaluación, reacción y difusión. 

Este paquete de formación está dirigido a jóvenes activos, interesados en mejorar la seguridad de sus pares, además de otros interesados. La capacitación apunta a orientar la preparación e implementación de un programa que incremente la seguridad de los usuarios vulnerables de la vía pública. El curso de capacitación se basa en una presentación PowerPoint exhaustiva en combinación con la oportunidad de una interacción entre el facilitador y el aprendiz en forma de discusiones y ejercicios grupales e individuales. Estudios de casos y ejemplos, provenientes de fuentes internacionales, proveen ejemplos de la vida real como base para las discusiones y las comparaciones con situaciones similares u opuestas en el momento de dar la capacitación. 

Al ser un curso de un día, los capacitadores deben ser realistas sobre lo que pueden llegar a lograr en un período relativamente corto de tiempo. Al final del curso, los participantes entenderán las cuestiones correspondientes a la seguridad de los VRU y cómo un plan de acción puede mejorar la situación. También serán capaces de identificar las políticas e intervenciones específicas necesarias. Obtendrán un conocimiento básico para ayudar a diseñar, monitorear y evaluar un programa de mejoras para los usuarios vulnerables de la vía pública en el contexto local.

El aprendizaje se dará por medio de la interacción con el facilitador y la colaboración con los pares.